Innovación
Quercus Pyrenaica
Una de las apuestas más decididas para conseguir un vino único y especial. Más concretamente, este es el primer vino de España criado en este tipo de madera. Tomás Postigo Rebollo es a día de hoy un proyecto singular de bodega cimentado en la crianza del propio vino en barricas de madera Quercus Pyrenaica, la variedad autóctona de roble de España, coloquialmente conocido como Rebollo. Prácticamente toda su producción nacional se sitúa en Castilla y León. Esto supone un envite frente a otros robles de utilización más habitual como suelen ser el francés o el americano.
Como resultado se obtiene un vino característico y con unos toques exquisitos aportados por esta madera tan particular, que aporta un rejuvenecimiento del color, una mayor intensidad en nariz y boca y un mayor frescor. En definitiva, Tomás Postigo Rebollo es un vino con una personalidad obtenida a través de un roble capaz de aportar unos matices de calidad superior.
La madera de Quercus Pyrenaica ha demostrado desde hace años, además, contar con unas características interesantes en procesos de secado y tostado en tonelería, reivindicándose como una madera perfecta e idónea para el envejecimiento adecuado de vinos de calidad.
Además, este proyecto de Tomás Postigo Rebollo supone al mismo tiempo el cuidado y el avance de estos bosques de roble autóctonos de la Comunidad, de manera que a la realización de un vino de un valor superior se une el cuidado medioambiental por parte de la bodega.
Este es un proyecto queremos hacer un homenaje a esta variedad de roble, poco conocida por todos, siendo el primer vino envejecido únicamente en barricas de Rebollo. Este es un largo trabajo que debemos empezar ahora para que se beneficien generaciones posteriores.
Levaduras
Microaspersión
La calidad del vino se logra desde el trabajo en el campo. Por ello hemos implantado un método de microaspersión, consiguiendo un riego más homogéneo en toda la superficie del viñedo, abarcando así todo el campo de acción de las raíces. De esta forma conseguimos que las raíces se expandan a través de toda la superficie del viñedo para captar una mayor cantidad de nutrientes. Con este sistema se consume agua de forma controlada, evitando su evaporación y ahorrando en su uso.
Somos la primera bodega en el mundo en implantar este tipo de microaspersión. Lo hemos conseguido mediante el trabajo conjunto una empresa de Castilla y León y otra de Norteamérica.